Otros problemas alimentarios
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Hemos decidido incluir un apartado a título informativo para aclarar de forma breve algunos conceptos referidos a posibles problemas de la conducta alimentaria de los que se habla pero que no aparecen en los manuales, y que a día de hoy son solamente tentativas diagnósticas a falta de investigación que avale su existencia y posibles características:

–     Vigorexia: Es uno de los nuevos “trastornos” que han aparecido en el ámbito de los problemas alimentarios para los cuáles aún no hay un corpus de datos suficiente que nos permita hablar de síntomas patognomónicos (aquellos que permiten al especialista asegurar la presencia o ausencia del trastorno). Se habla de vigorexia cuando existe una preocupación excesiva por el físico y una alteración de la imagen corporal, pero a diferencia con la anorexia, en la que la persona se ve más obesa de lo que está en realidad, la persona que padece vigorexia se ve más delgada de lo que está realmente. Esta preocupación suele ir acompañada de ejercicio físico excesivo, que puede llevar a la persona a dejar de lado otras áreas importantes de su vida (la familia, las amistades, el trabajo, etc.), el uso de dietas altas en proteínas y frecuente automedicación. Se piensa que en la base de este problema se encuentra la baja autoestima y problemas emocionales de diferentes tipos. Desde el punto de vista de ACT, las conductas descritas en la definición de vigorexia son similares a las que aparecen en la anorexia nerviosa, en la medida en que su finalidad es tratar de eliminar sentimientos y pensamientos negativos del tipo “si no tengo un cuerpo perfecto, no valgo”. Al realizarlas, la persona se siente mejor inmediatamente, pero a la larga no sólo no consiguen que la persona deje de tener estos pensamientos y sentimientos, sino que suponen un coste elevado, tanto a nivel físico (tanto a la anorexia nerviosa como la vigorexia pueden llevar a la persona a la muerte) como personal: mientras la persona está ocupada en aumentar su masa muscular deja de lado otros aspectos importantes en su vida.

–     Megarexia: El término, de muy reciente aparición, se refiere a personas obesas que sufren una alteración de la imagen corporal que la llevan a verse más delgadas de lo que están. Estas personas creen que están sanos y tienen una buena autoestima, a pesar de que su peso excesivo entraña riesgos reales para su salud. Según el autor del término, Jaime Brugos, estas personas suelen llevar dietas poco equilibradas, con abundantes hidratos de carbono y grasas. Al igual que ocurre con la vigorexia, no existe investigación suficiente que nos permita hablar de características típicas de este trastorno, ni podemos saber si existen problemas de tipo psicológico en este tipo de personas, ni mucho menos si esta alteración de la imagen corporal está relacionada con alguna forma de evitación. Lo que sí podemos suponer es que las personas con este tipo de problemas no acudirá a ningún tipo de consulta (médica o psicológica) en la medida que por definición, no contempla la existencia de problema alguno.

–     Ortorexia: Es el último de los nuevos conceptos surgidos para describir comportamientos problemáticos en relación con la conducta de comer. El término, acuñado por Steven Bratman, se utiliza para hablar de personas que presentan una obsesión por el consumo de lo que consideran comida sana, y que según el autor, puede llevarlas incluso a la muerte. Según Bratman, estas personas siguen dietas que carecen de elementos básicos para el correcto funcionamiento del organismo (la mayoría de las “dietas milagro” son peligrosas para las personas precisamente por esto), lo que puede provocar enfermedades graves e incluso la muerte. Existe cierta polémica con esta idea, ya que el deseo de seguir una dieta saludable no puede ser considerado un trastorno, y tampoco se conocen las características de las personas que supuestamente padecen este trastorno, suponiendo que podamos hablar de tal.

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