El tratamiento psicológico de los trastornos de la alimentación
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Las alteraciones graves de la conducta alimentaria son consideradas problemas de elevada peligrosidad por las consecuencias físicas que pueden tener para las personas afectadas. Por este motivo, la intervención clínica de los trastornos alimentarios suele realizarse de manera interdisciplinar. A esto hay que sumar que una mayoría de pacientes no son conscientes del problema y se niegan a recibir tratamiento. En algunos casos, la gravedad de los síntomas y sus consecuencias es tal que resulta urgente el internamiento hospitalario para restaurar un peso saludable y evitar la muerte por inanición y/o secuelas físicas importantes. Es evidente que en los casos más graves, salvar la vida de la persona es lo primero.

Recursos Rayuela-6-3

La intervención psicológica es la piedra angular del tratamiento de los trastornos alimentarios, en la medida que hablamos de una alteración conductual relacionada con factores psicológicos y emocionales. Las últimas revisiones sobre la eficacia de los trastornos psicológicos en trastornos alimentarios indican que la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es la más eficaz para los casos de bulimia nerviosa. En los casos de Trastorno por Atracón, en casos leves pueden usarse programas de autoayuda, y en casos graves también la TCC. En el caso de la anorexia nerviosa, la rehabilitación nutricional ha resultado una estrategia exitosa para el tratamiento. También la TCC y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) han demostrado ser efectivas en diferentes estudios.

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