¿Por qué estudia y trata la psicología el dolor físico?
Volver

Desde los modelos médicos tradicionales, el dolor era considerado simplemente como un síntoma de un trastorno subyacente (una lesión, un tumor, etc.). Desde esta perspectiva, el dolor era simplemente un síntoma a aliviar mientras se diagnosticaba y trataba la causa del dolor. Pero a partir de los años 60, con la aparición de la “Teoría de la Puerta” de Melzack y Casey, el dolor pasa a ser concebido como una experiencia perceptiva compleja, en lugar de una simple sensación, que se compone de tres dimensiones:

·         La dimensión sensorial – discriminativa: referida a aspectos sensoriales y características espacio-temporales del dolor. Es la parte más periférica de la percepción.

·         La dimensión motivacional – afectiva: es la caracterización del dolor como agradable o desagradable, y las conductas de acercamiento o alejamiento. Está mediada por estructuras cerebrales como la formación reticular, el sistema límbico y el tálamo.

·         La dimensión cognitivo-evaluativa: Integra toda la información de los niveles anteriores en un nivel superior, que incluye la experiencia pasada, la atención, los pensamientos, y conforma la percepción final del dolor. Está mediada por el Sistema Nervioso Central (SNC)

El peso de cada una de estas dimensiones varía de un paciente a otro, y también de un momento a otro para cada paciente. El descubrimiento de estas diferentes variables psicológicas en la experiencia del dolor supuso el comienzo de la investigación de la experiencia del dolor desde un punto de vista multidisciplinar, lo que ha permitido que hoy en día contemos con un acercamiento más efectivo para el tratamiento del dolor crónico.

AVISO LEGAL POLÍTICA DE PRIVACIDAD POLÍTICA DE COOKIES