El sueño es la actividad a la que más tiempo dedicamos a lo largo de la vida. Pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo, y es esencial que resulte reparador para poder funcionar adecuadamente en nuestra vida cotidiana. Cuando el sueño se altera, las consecuencias sobre el rendimiento son demoledoras. Al mismo tiempo, el sueño no sólo es causa de problemas sino que puede verse alterado por múltiples circunstancias.
Cuando nos encontramos con un problema para dormir (insomnio, hipersomnia, etc.) lo primero es comprobar si existe algún tipo de causa médica, así que conviene ir al médico para descartar que se trate de una consecuencia de alguna enfermedad o fármaco que uno pueda estar tomando. Una vez descartadas estas opciones, el psicólogo se encargará de evaluar si los problemas de sueño pueden deberse a factores psicológicos. Si este es el caso, propondrá al paciente una propuesta para abordarlos.
El abordaje de los problemas del sueño puede ser directo o indirecto. Si el problema de sueño aparece sólo, el psicólogo explicará al paciente qué debe hacer (y dejar de hacer) para mejorar su sueño. Si junto al problema de sueño aparecen otros problemas, se tratará el problema de sueño junto con esos otros que pueden estar provocando las dificultades a la hora de dormir.